miércoles, 25 de agosto de 2010

Problemas patológicos

Dios creó al pato sin manos y sin brazos, pero Walt Disney dotó de brazos y manos al pato Donald, que además viste gorra y camisa, pero no pantalones. Y ocurrió.

La compañía Walt Disney World ha sido denunciada por una tal April Magolon, de 27 apriles, que asegura que Donald -un trabajador temporal ataviado de pato- le tocó las tetas durante su visita al parque Epcot de Florida hace dos años.


Según la mujer, ella fue a pedirle un autógrafo a este sobrino del Tío Gilito -que te lo puedo hacer yo, mismamente- y éste le tocó ambos pechos. Y eso que April llevaba a uno de sus dos hijos en brazos, cual escudo protector.

April Magolon acusa a Disney, que no al empleado disfrazado de pato, de "negligencia, agresión y provocación de malestar emocional", y ha tasado tanto dolor en 50.000 dólares (39.000 euros), según el Daily Mail.

Así tampoco vamos bien.

Pero como todo ocurrió hace dos años, que se ve que la mujer lo ha ido dejando, sus argumentos en la denuncia son que está "traumatizada" desde que el pato Donald le tocó los pechos, lo que, asegura, le ha provocado una "grave lesión física y un trauma en su sistema nervioso, severos daños psicológicos, cefaleas, ansiedad aguda, sudores fríos, insomnio, pesadillas y problemas digestivos...".

Parecen los síntomas del ébola. Tuvo que ser terrible cómo le tocó el pato Donald las tetas a esta mujer.

Reincidentes

Lo curioso es que no es la primera vez que denuncian a un empleado de Disney por estas prácticas. En 2004, un trabajador llamado Michael Chartrand fue acusado por otra mujer de realizar tocamientos obscenos tanto a ella como a su hija, menor de edad, cuando iba disfrazado de Tigger, el amigo de Winnie The Pooh que salta sobre su rabo.

A varios miles de kilómetros/millas de Florida, en el Disneyland de Los Ángeles, también tuvieron problemas con sus trabajadores caracterizados.

Fue justo hace dos años. Entonces, los empleados del Disney californiano fueron a la huelga exigiendo mejoras salariales, y se manifestaron de una punta a otra del parque.

Los niños no entendían en qué consistía el desfile, y menos cuando la Policía se llevó a Blancanieves y al resto esposados. Los entrañables personajes habían bloqueado un cruce de calles, y como por esos lares no se andan con muchos miramientos, 31 empleados de Disney, ataviados de Pluto, Mickey o Bambi, acabaron en comisaría.

Blancanieves ya no es lo que era.

Algunos testigos aseguran que los únicos que lograron escabullirse fueron los dos que iban de Chip y Chop.

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