viernes, 13 de marzo de 2015

Españoles por el mundo

Mientras que en España algunos quieren dejar de ser españoles, fuera algunos están como locos por serlo.

Parece mentira, pero no. En Puerto Rico, surgió oficialmente el pasado septiembre el Movimiento de Reunificación de Puerto Rico con España (MRE), cuyo objetivo es que la isla se convierta en una comunidad autónoma más.


Y éste es parte de ideario reunificacionista, que expone José Nieves, líder del MRE y artífice del tema: 

"Desde 1508 los puertorriqueños fuimos ciudadanos españoles. Pero hace 117 años, la provincia española de Puerto Rico fue invadida y ocupada militarmente por los Estados Unidos, causando la separación de la Madre Patria España en contra de su voluntad".

La verdad es que hasta aquí no le falta razón a este hombre. Pero sigue:

"El fatídico Tratado de París de 1998 es ilegal. No descansaremos hasta que el pueblo de Puerto Rico conozca su verdadera historia y nos convirtamos en la decimoctava comunidad autónoma del Reino de España".

 
La bandera de la provincia española de Puerto Rico y la de España en Puerto Rico.

Puerto Rico tiene un estatus de Estado libre Asociado a los Estados Unidos, lo que "convirtió al país en una colonia estadounidense" y propició una"tergiversación histórica para americanizarnos y que olvidáramos nuestro pasado", asegura Nieves, que, al ser boricua, quizá nunca la haya visto. La nieve.

Es cierto que Puerto Rico es una colonia en multitud de cuestiones, y evidente la discriminación por parte de EE UU hacia los puertorriqueños, que se han ganado en las urnas tres veces acabar con esta situación, y en Washington nunca les han hecho caso.

El presidente de los puertorriqueños es Barak Obama, y la isla tiene un gobernador, como el resto de estados de EE UU. Lo exclusivo del estatus se palpa en cuestiones más mundanas, como no poder votar en las elecciones estadounidenses, pero sí ser reclutados por su Ejército.


Por eso José Nieves y el MRE quieren ser españoles, por eso y sobre todo por esto:

"La autonomía española es muy superior a la americana y en vez de un gobernador, tendríamos un presidente autonómico, ciudadanía española y de la Unión Europea; tendríamos el euro, que vale más que el dólar estadounidense; podríamos votar por el presidente y tendríamos 6 senadores y 27 diputados en el Parlamento español, que es el equivalente a representantes en el Congreso de EE UU".


Y por eso este hombre tiene algo que decirle al Gobierno de España en nombre de los reunificacionistas boricuas:

"Somos puertorriqueños porque somos españoles. Madre España, abre tus brazos, que tu hijo Puerto Rico volverá a casa. Puerto Rico es España. ¡Viva España!".

¿Qué hacemos?

Y la cuestión es: esto viene de Puerto Rico y de estos puertorriqueños que quieren ser españoles. Pero, ¿qué opinaremos aquí sobre que Puerto Rico vuelva a ser parte de España?


A simple vista, disponer de una comunidad autónoma caribeña suena bien se mire por donde se mire.

Aunque seguro que surgen quienes proponen una permuta por Cataluña y, por el contrario, quienes desde allí piden catalanizar la zona y que ondee la estelada. Somos así. Los portugueses fueron a Ámerica y ahí quedó un único país, Brasil, el quinto más grande del mundo. Fuimos los españoles y ahí quedaron una veintena de países.

En cualquier caso, si se creara una red nacional de transporte público que comunicara la comunidad autónoma de Puerto Rico con el resto de España a precios populares, por nosotros, bien.

Estamos aquí

También un alcalde de Valparaíso, Chile, reivindico hace unos años volver a ser parte de España. Lo hizo recorriendo las calles de la ciudad con unos cuantos adeptos, bandera española en mano, con la intención de hacer ver al mundo que "volviendo a España estaríamos más atendidos que siendo chilenos".


Sólo pretendía ironizar así con la idea de que el Gobierno de Santiago les había olvidado, y en un alarde de ingenio se le ocurrió que ésta podía ser una buena manera de llamar la atención.

No le hicieron mucho caso.

El Sáhara no es Marruecos

En 2010, también muchos saharahuis protagonizaron una acción similar a la de Valparaíso. Hartos de la ocupación de Marruecos, que discrimina a los saharahuis por el hecho de serlo y que jamás admitirá que el Sáhara sea un país independiente, cientos de personas se manifestaron a favor ser de nuevo parte de España.


Todo empezó en En Sidi-Ifni, Santa Cruz de la Mar Pequeña cuando era España. Fue el primer lugar del Sáhara en expresar entonces públicamente que con España vivían mejor. Así, ante unas elecciones parlamentarias en Marruecos que consideraban fraudulentas en el Sáhara, los saharahuis ondearon banderas españolas en señal de protesta.

A muchos kilómetros de Sidi-Ifni y del Sáhara, en el norte de Marruecos, en el Rif, por muy distintas razones también añoran volver a ser españoles, aunque saben que nunca lo serán. En Alhucemas, sin ir más lejos, habla español cerca del 60% de la población.

Nossos vizinhos

A quienes tampoco les importaría ser parte de España es algunos portugueses. De hecho, según un Barómetro Hispano-Luso del Centro de Análisis Sociales de la Universidad de Salamanca, al 40% de los portugueses y al 30% de los españoles les atrae la idea de formar parte de un único Estado.


El Nobel portugués José Saramago, al que también le cautiva la idea, rescató incluso un manido nombre para la nueva nación: "Tendrá que llamarse Iberia y sería un nuevo Estado".

Hace cinco años, la crisis había llevado a algunos portugueses a plantearse formar parte de España, que, por otra parte, es el primer inversor en Portugal.

Un ejemplo de ello se dio en Valença do Minho, localidad portuguesa próxima a Tui, Pontevedra. Si la sanidad pública está mal en España, en Portugal es un infierno. Las autoridades lusas cerraron el único centro de salud del municipio, pero los enfermos pasaron a ser solidariamente tratados en Tui.

A cambio, en señal de gratitud, los vecinos de Valença do Minho encargaron en un chino mil banderas de España y forraron el pueblo con ellas.

Una calle de Valença do Minho llena de banderas de España.

Al entonces presidente del Colegio de Médicos de Portugal, Pedro Nunes, este asunto le sugirió que "Portugal tiene que definir si quiere continuar siendo un país que trata sus propios asuntos y responde a las necesidades de su población o si, a medio o largo plazo, acepta ser una autonomía más de España".

Una vecina de Valença do Minho ante el centro de salud cerrado.

Otra prueba evidente del interés de los portugueses en España es que hace ya años que convirtieron el español en el segundo idioma, tras el portugués, en su sistema educativo. Hasta el punto de que sigue siendo difícil encontrar profesores de español nativos para trabajar en Portugal debido a que hay mucha demanda.

Manchegos e ibéricos

Ahora, surge al otro lado de esa frontera que no existe un partido político que también propone la unión de España y Portugal, auspiciada por un ex alcalde de Puerto Llano, Ciudad Real, llamado Casimiro Sánchez Calderón.


Se ve que con la edad unos acaban jugando al dominó y otros al Risk, porque después de 45 años de militancia política, diez de ellos como alcalde, Casimiro Sánchez Calderón dejó el PSOE en mayo del año pasado para constituir, junto con algunos vecinos de su edad de Puerto Llano, un partido político que propone "que España y Portugal caminen juntos", el Íber.


El Íber fue inscrito como partido político en el Ministerio del Interior el pasado 17 de diciembre, a pesar de que, aunque el objetivo es "caminar juntos", el propio Casimiro califica la idea de unir España y Portugal como "utópica y quizá descabellada".

El Íber quiere "iniciar una faena por mares nunca navegados".

La formación manchego-ibérica pretende presentarse, al menos en España, "a las próximas convocatorias electorales". En Portugal aún no ha logrado registrarse como partido porque para ello necesita al menos siete mil firmas, y parece que allí se resisten a "caminar juntos".

Aquí el Íber ya emplea el portuñol como lengua ibérica.

El objetivo del Íber, dice su fundador, es "aportar un granito de arena al panorama político español, reconociendo todo lo bueno que se ha hecho, pero aportando ideas novedosas con el consenso y la unidad como principio de base, para abrazar juntos el futuro de toda la Península".

De esta frase lo único que se desprende es que, efectivamente, este hombre ha sido político durante 45 años, pues habla y no dice nada. Algo que se confirma cuando ves que el Íber pide en su web donaciones "por Paypal en este sitio" o "por transacción bancaria" para alentar su causa.

El Íber también destaca que nos une la juerga desde tiempos inmemoriales.

Lo vemos complicado. Pero quizá en nuestro país, la idea de unir España y Portugal tenga más adeptos por un componente práctico. Sin ir más lejos, intuimos que tal vez también sería bien recibida por Vicente del Bosque, que así podría contar con Pepe, Coentrao o Cristiano Ronaldo.


Entradas relacionadas: Hay más (Españoles por el mundo 2)

No hay comentarios:

Publicar un comentario